Corto de Maou-Jou de Oyasumi

 (Un bonus para hacer la historia menos pesada y demostraros cuanto os valoro, el proximo sera de Skip Beat, pero esto ha sido un arrebato de inspiración)

El rey demonio y los distintos jefes de zona se quedaron mirando como la princesa cautiva cogía un ítem de la mesa y se lo llevaba. Ya ni siquiera intentaban detenerla o ella se escondía.

-La situación con la princesa se está descontrolando-todos asintieron ante ese comentario

-Maou-sama, ¿No podría hacer algo con ella?

-Imposible, ella me asusta. Además… siempre que intentamos controlarla somos derrotados- el sentimiento de derrota se dejo saborear por toda la sala

Una de las entradas cercanas al techo se abrió y se vio la figura de un hombre

-Vaya… Maou-sama, déjeme a mí a la gatita

-Incubo-san-dijo el monje demonio- No creo que sea posible que usted…

Siberiano rojo le detuvo

El demonio bajo hasta el suelo y plegó sus alas. Era como un dios caído. Los íncubos poseían una belleza incapaz de alcanzar por los mortales. Y este con una melena negra y brillante como el manto estelar, esos profundos ojos negros y el rostro esculpido por el mejor de los artesanos sobrepasaba a la media. Además de contar con sus alas de murciélago, la cola fina y unos pequeños cuernos.

Era la imagen perfecta de un ángel caído

-Las mujeres humanas son tan simples… Me mandasteis al frente para que sedujera a mujeres humanas. Y ahora aquí tenéis un problema con esa linda gatita

-No es tan simple, la princesa cautiva debe de ser tratada de cierta manera-Siberiano rojo se recoloco sus gafas

El incubo sonrió y muchos de los hombres no pudieron evitar emocionarse

-A la gatita solo le interesa dormir, y mi raza es conocida como “demonios del sueño”. Creo que podre llevarla fácilmente a mi terreno

Todos se dieron cuenta de que si había una persona capaz de doblegar a la princesa este sería otro especialista en dormir

-Muy bien, te encomendamos la misión de domar a la princesa humana. No nos falles

-No lo hare, Maou-sama

La princesa estaba cepillando a los demonios del frente cuando la puerta de su celda se abrió y apareció un hombre brillante

-Princesa, a partir de hoy me encargare de cuidarla, soy Incubo-san. Espero que nos llevemos bien-esa sonrisa inocente habría vuelto locas a las mujeres del reino humano, pero la princesa asintió y volvió a cepillar a los demonios del frente

Fallo 1: No le gustan los brillantes y amables

La princesa estaba recogiendo cubitos de hielo de los demonios del frio cuando Incubo-san volvió a aparecer

-Déjeme que le cargue eso

La princesa le miro y tras sonreír tímidamente le dio un saco tan pesado que él sintió como sus rodillas se doblaron

¿Ella había estado cargando eso como si nada?

La princesa empezó a andar a un ritmo rápido mientras Incubo-san intentaba seguirla. Entonces una parte del saco se rasgo y de él salieron varios ítems de alta calidad. Incubo-San los miro y luego a los guardias del castillo que le tomaron preso en cuestión de segundos

-¡Quiero hablar con Maou-sama antes de que me maten!

La princesa se giro y al ver que el hombre no le seguía decidió conseguir algo de leche y volver a su habitación a dormir un rato

Fallo 2: Ayudarla no es bueno

-Fu, fu, fu, fu… (Risa malévola)-Incubo-san estaba claramente molesto tras pasarse cinco horas en las mazmorras hasta que pudo explicar la situación, tras lo cual le soltaron al instante-Realmente no quería hacerle esto, Princesa, pero no me deja otra opción

La puerta de la celda se abrió y él pudo ver a la princesa dormida en la cama

-No por nada a mi especie la llaman los demonios del sueño. La seduciré en un mundo donde no podrá huir

Incubo-san agito el aire sobre la cabeza de la princesa hasta que encontró la entrada al mundo de sus sueños y se introdujo de un salto en él

Aterrizo sobre una blanda y suave superficie. La tela era de una calidad increíble, y se estaba tan blandito… Pero debía encontrar a la princesa

El mundo onírico de una persona reflejaba sus más profundos deseos y aspiraciones. El mundo de la princesa era un mar de camas, de cojines y de baños. Todos ellos eran lugares donde podías relajarte tranquilamente

-¿Qué clase de vida ha vivido si dormir es su mayor sueño?

Al final, en el centro del mundo estaba la princesa saltando sobre unas de las camas

-¡Ven a jugar!- era mucho más joven que en la realidad, a él no le gustaban las niñas a sí que se puso a saltar a su lado. Eso al menos la ayudaría a confiar más en él en el otro mundo

Antes de la mañana Incubo-San salió del sueño de la princesa, y cuando esta volvió a dormirse se volvió a introducir en sus sueños

Ese día jugaron al pilla pilla

Y al siguiente sueño recogieron flores en una pradera

Y así durante dos largas semanas

Al final la princesa se despertó antes de que él pudiera salir de su habitación como cada día. Incubo-san se giro y la miro

-Yo… la siento princesa. Pero debo guardar su sueño también

La princesa le miro con su expresión adormilada habitual

-¿Tu no duermes?

-No, yo cubro mi descanso entrando en los sueños de otras personas

La princesa le cogió de la mano y le llevo hasta su cama donde le cubrió con las sabanas

-Duerme, experimenta el sueño por ti mismo-La princesa pensaba que era muy lamentable que ese hombre nunca hubiese dormido por su cuenta y siempre pasase las noches dentro de los sueños de otras personas

Incubo-san se dejo llevar por la suavidad y comodidad de la cama de la princesa y cuando despertó se echo a llorar. Era la primera noche que recordaba en que no pasaba sus horas de sueño dentro de el mundo onírico de otra persona.

Por primera vez en su vida se sentía plenamente descansado y feliz

La princesa estaba con los demonios del frente leyendo un grimorio. Incubo-san se arrodillo a su lado y ella le miro

-El servicio que me habéis prestado el día de hoy, nunca lo olvidare.

-Si quieres puedes volver a dormir aquí cuando quieras

-Lo hare

Dos semanas después los jefes se volvieron a reunir.

-La princesa sigue igual que siempre, como esperábamos Incubo no ha podido con ella

-Mejor vamos a revisar la situación, puede que necesite ayuda

Al llegar a la habitación de la princesa se quedaron mirando desde una esquina como Incubo-san dormía en una cama al lado de la princesa

-¿Qué ha pasado aquí?

-Oh… Dioses… Ella lo ha contagiado con ese hábito de dormir a todas horas

En ese momento se despertaron

-Tenia razón princesa, una almohada en la que metes flores entre el relleno ayuda a conciliar mejor el sueño que una normal. Y los cuerpos de Furoshiki son maravillosamente suaves

Los jefes se quedaron mirando desde una esquina unos segundos antes de salir huyendo y abandonar a Incubo-san. Lo sentían, pero ese era un mundo que no debían pisar