Frank estaba de pie con las manos
en alto mientras sentía como su propia corbata le presionaba la garganta. Los
pies de una persona estaban apoyados en sus hombros y en un arnés fijado
delante de él en el techo
-¿Quién eres y que haces en la
casa de mi hermana?-dijo una voz infantil. Eso explicaba la falta de peso
-Vivo aquí-la corbata empezó a
apretarle más
-Mientes, esta es una casa del
ministerio y tú no eres un agente
-Soy… policía… Estoy vigilando a
Hilda
-Mi hermana mayor es perfecta,
ella no necesita ser vigilada por alguien como tu
Ouch. Había empezado a apretar
mucho más fuerte. ¿Hermana mayor? Según todos los informes Hilda era hija única
-Te ejecutare en virtud de la ley
del secreto de las instalaciones del ministerio de sangre
La corbata volvió a apretar y en
ese momento Hilda entro con un bisturí en la mano. Con un corte preciso le
libero de la corbata y antes de que pudiera darse cuenta Frank estaba en el
suelo jadeando y su pequeña agresora abrazaba con sus brazos y sus piernas a
Hilda
-Hermana mayor-Decía de manera
cariñosa enfundada en una malla negra con máscara de cuerpo entero
Mientras curaba de su cuello el
cortecito hecho con el bisturí los presento. La niña era Saline, la más joven
de los asesinos, una experta en estrangulamientos
-No sabía que la policía había
accedido a la hermana mayor
-Yo podría preguntar qué haces
aquí, no te esperábamos hasta dentro de diez días
-Cuando obtuve tu nueva dirección
no pude evitar venir aquí, hermana
Frank las miro, estaba claro que
no estaban emparentadas por sangre
-¿Por qué la llamas hermana?
-Ella estuvo viviendo un tiempo
conmigo como mi hermana menor y se le quedo la costumbre.
-Ah…
-¿Dormimos juntas?
-Claro-lo dijo en un tono amoroso
y maternal que no casaba nada con su personalidad normal
La niña estaba dormida sobre la
cama de Hilda y esta cerró la puerta tras lanzarle un par de besos
-¿Sus padres no se preocuparan?
-No, ya les he avisado. Ellos
terminaran la misión que habían empezado y vendrán con ella
-¿Son asesinos también? Otra
heredera
Ella sonrió mientras sacaba unas
tazas y las llenaba con agua fría
-No es una heredera, sus padres
biológicos no pertenecían al ministerio
-¿Entraron al ministerio con ella?
-No, sus padres la abandonaron-
Hilda bebió un trago de agua-No es algo raro. Su hija de cuatro años mato a
tres adultos. Dijeron que era un monstruo y renunciaron a cualquier tutela
legal sobre ella. El ministerio iba a obligarles a hacerlo, pero lo decidieron
por su propia cuenta. Luego una pareja de agentes la adopto
El agente agacho su mirada
-Eso es… ilegal. No se puede
renunciar a la tutela de un hijo tan fácilmente
-Ellos aceptaron las tres faltas
que eso conlleva. Incluso cuando la llevamos para que se despidiera no salieron
de la casa ni abrieron la puerta.
Se quedaron en silencio por un
rato.
-Debería presentar una queja por
su intento de asesinato
-Eso fue un juego, si hubiese ido
en serio no habrías durado ni tres segundos. ¿Has oído hablar del garrote vil? –
Negó con la cabeza- Era una técnica que sustituyo a la horca. Se ataba con una
tela el cuello del acusado y esta se pasaba por un agujero. En la parte de
atrás había un garrote que era girado mientras se comprimía el cuello, se
rompían las vertebras y era más eficaz que la horca. Ella tiene su propia
versión. Un aparato, como un juguete, del que sale una cinta. Es lo que ella
utiliza para sus ejecuciones
El hombre se toco el cuello
tragando saliva
-Si hubiese ido en serio ni yo
podría haberte salvado. No habrías durado ni tres segundos, ella solo estaba
jugando contigo. Pero no te preocupes, no dejare que te mate
Frank estaba temblando tanto que
su agua empezaba a tener burbujas
-Y si eres herido tampoco te
preocupes, tengo la suficiente formación médica como para salvar a alguien de
las puertas de la muerte y estabilizarlo en un estado critico
-¡No me hace sentir más seguro
eso!
Una luz brillo en su teléfono y
ella abrió los ojos en medio de la noche
-¿Ministro?-musito al coger la
llamada
-Tienes un coche esperándote en la
puerta, con ropa y armas. La policía acaba de acorralar a un asesino ilegal
serial. Él entra dentro de tu rango
-Muy bien
Hilda salió de la cama con cuidado
de no molestar a la jovencita que fingía dormir
-Voy a trabajar, pórtate bien
El hombre había matado a un total
de ocho personas sin ser descubierto, ahora el número de víctimas se elevaba a
veinte
En el último asesinato había sido
visto por una vecina que fue asesinada mientras llamaba a emergencias, su
familia y varios vecinos, así como tres agentes de policía habían sido los
siguientes
Los informes de los crímenes
estaban allí. Le tenía…
Era un hombre más entretenido que
la media, si no fuera un ilegal podía haber considerado convertirlo en su
compañero
La policía le dejo paso mientras
ella entraba. El asesino estaba en la tercera planta según la señal térmica
Se fue topando con cadáveres
mientras subía. El menos fresco seguía el mismo modus operandi que las otras víctimas,
pero los siguientes eran víctimas por impulso.
Olfateo el ambiente. Suspiro con
decepción, el hombre solo parecía interesante, era demasiado normal visto de
cerca
-Aburrido, no quiero hacerlo. Pero
el ministro se enfadara si no le mato… Fua… Quiero a alguien como yo, alguien
con quien me tenga que esforzar al máximo
-¡Levanta las manos!-el cañón de
la pistola se apoyo contra su cabeza. Sintió el filo de un cuchillo y su ropa
se rasgo con facilidad. Dejándola desnuda con varios cortes- Toda una belleza
joven de no ser por las cicatrices, si voy a morir no me importa agregar un par
de crímenes más a mi condena-Dijo mientras se sobaba su asquerosa entrepierna- Quizá,
si eres buena te deje vivir
Parecía un oficinista normal y
corriente. Idiota
Como le gustaba cuando no sabían quién
era el cazador y quien era la presa
-Humm… Me niego. Pero te matare de
un solo golpe si me dices porque lo haces, tengo que rellenar muchos informes,
¿Sabes?
El hombre se rio y fue a
acercarse. Ella dio una patada rápida y alta haciendo que soltara el arma y
esta fuese lanzada hacia arriba. La agarro y le apunto con ella
-Ahora dime, porque lo haces
El hombre se dio cuenta del cambio
en la situación
-Por que puedo. La primera fue mi
amante, fue tan sencillo, y cuando la mire muerta me enamore. Ella era perfecta
y yo la ame así, igual que he amado a todos los otros que he matado
Hilda sonrió
-Comprendo. Eres un pervertido que
se excita con la muerte, te has hecho adicto a la adrenalina normalmente
segregada al cometer un asesinato y lo has repetido una y otra vez para
intentar sentir el mismo subido que la primera vez, perfeccionando tu método e
intentando imitar a la perfección el primer crimen. Por eso cuando has empezada
a matar de manera desenfrenada no has podido evitar correrte, esas muerte han
sido mejores que las planificadas, ¿verdad? Esta situación debe de ser
extremadamente morbosa para ti, jodido pervertido
El tiro le dio entre los ojos
-Sin embargo esta es una situación
diaria para mí. Yo no me excito con esto. Per. Ver. Ti. Do.
Los agentes de policía se
sorprendieron al verla salir desnuda y con su ropa rota debajo del brazo. El
otro agente del ministerio le paso un abrigo reglamentario nuevo para que se lo
pusiera
-He acabado, encontrareis al
masturbador en la tercera planta debajo de la ventana
-Descontaremos la ropa de tu
sueldo
-Lo sé, pero fue divertido verle rompiéndola
Frank estaba de pie esperándola
como una madre enfadada con su hija que llegaba tarde a casa
-¿Dónde has estado? Tu hermanita
estaba preocupada y a mí me has tenido en una nube de angustia
-Cuando te venga la regla
hablaremos, mami, para lo demás estaba trabajando. Mi trabajo no tiene
horarios, así que tengo que rellenar mañana un informe